
Bandera rojiblanca bajo la cabecera, grueso suplemento especial en páginas interiores con el que analizar el partido de Copa del Rey. Todo está casi listo.
Sólo falta el tradicional titular calado con el que arengar el espíritu y, cómo no, la foto de nuestro jugador franquicia; ese tipo al que las miradas de los hinchas apuntarán cuando el balón hierva en los pies de los demás.
Nuestro futbolista más desequilibrante, aquel que tras una dura lesión, y pese a haber sido consejero de Sanidad del Gobierno vasco, optó por que le trataran su mal en Houston. Él tan bonachón será la clave de la semifinal. Gol de Pichichi.

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