Y celebró el homenaje; y perdió dinero; pero disfrutó, rió, cantó y tocó su armónica; y finalmente hasta Bob entró en escena.
Y como yo soy un capullo sin corazón ni complejos diré que de los varios cientos de personas que se congregaron allí únicamente se ganaron mi respeto quienes compraron aunque sólo fuera un pin de un euro.
El resto se merecen la mierda de país que tienen. Thank you Rodri.
MIS DISCOS DE 2022
Hace 1 año
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