
Tras varios días escondido, nuestro Dios redentor anuncia que se va del partido. El pobre pícaro dice que le han amargado sus vacaciones en 
Andalucía y que está muy apenado. Sus 40 'amiguetes' quedan huérfanos de uno de los mayores bufones, mediocres y oportunistas que han generado estas tierras. Con cariño 
Javi, que te folle un pez espada.
Nota: Mi cabreo no tiene nada que ver con mi futuro finiquito.