El Mundo es un mundo en sí mismo. Veamos su portada:
¿Foto del ganador de la Borbon Cup con su trofeo? NO.
¿Foto de juego? NO.
¿Resultado? NO.
¿Ganador? NO.
En una ocasión llegué en el minuto 60 a un fantástico partido de solteros contra casados de aquellos que cubría y descubría. Me inventé la crónica y en paz.
Según parece, a los redactores de El Mundo les pasó al revés: se marcharon antes de empezar.
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